La Política pública en materia de Educación Superior, de basarnos
en la LOES, está muy centrada en gestar
una educación de calidad, construir una autonomía responsable y evitar
las vulneraciones a los derechos fundamentales de los estamentos
universitarios.
Durante mucho tiempo en la UNL se ha vulnerado los derechos de
estudiantes, docentes y servidores públicos en general. Desde hace mucho que la
Autonomía ha sido la palabra mágica para permitir la impunidad ante una serie
de vejámenes que permitieron que la educación decaiga, que la democracia sea
una palabra vacía y que el discurso “rojo” se vuelva insostenible y hueco. Sí
amigxs, el FIU tiene que hacer un
“mea culpa” de su incapacidad total de autorregulación y desistir en sus
apetitos. Hay que entender que sus facciones solamente discuten “quién a qué puesto va”, y a eso se remite su gestión. Una que otra
individualidad suele salvar la vergüenza.
Pero si estas facciones FIU, de las cuales se desprende la “Nueva Universidad”, la organización del
actual rectorado, son el problema, la política de INTERVENIR para fortalecer la
INSTITUCIONALIDAD no es errada ni inconstitucional. El problema está, cuando
los organismos vinculados al Fortalecimiento no actúan adecuadamente, sus funcionarios
tienen conflictos de intereses y los procedimientos que ejecutan, en lugar de
proteger a los estamentos universitarios, benefician a quienes provocaron la
intervención.
Eso pasó precisamente con la UNL, cuando se detuvieron los
procesos acordados por la 1era CIFI, se
cambió de interventores, se incorporó en la “Nueva CIFI” a gente sin requisitos y con evidentes conflictos de interés, se
permitió el retorno de un rector que reboza en corrupción, que no reconoce la
LOES, que entra en desacato una y mil veces, y que mantiene impagos a docentes
y sin clases a estudiantes, o en su defecto,
genera la irregularidad en las
clases y propicia la precarización
laboral entre los trabajadores y docentes.
Ni la SENESCYT, ni el CES, ni la “Nueva CIFI” de Medina se las han
jugado a favor de los derechos de las personas, en el caso de la UNL. Se ha
causado la mayor crisis institucional de la Universidad con el cese de Tomás
Sánchez, y ahora mismo no saben, NINGUNO de los organismos reguladores, cómo
solucionar el problema del desacato y del continuo sabotaje del Rectorado para
con la Educación Superior.
En este sentido, invitamos a visualizar una SOLUCIÓN, al nuevo
representante de la CIFI – UNL (“ 2da Nueva CIFI”), ante la infructuosa y desastrosa
gestión del Dr. Medina: que emita el CES
un reglamento que, en caso de ausencia de OCAS, faculte a la CIFI para llamar a la conformación de un Cogobierno
Interino conformado por los docentes más antiguos de las áreas, a fin de
que se fiscalice y sancione a
Villacís-Reyes, y se dé paso a los procesos necesarios de Fortalecimiento
Institucional que hoy el Rectorado detiene impunemente.
No es posible que los organismos reguladores se detengan en tecnicismos ambiguos y que existan tantas trabas
ante tan evidentes muestras de corrupción y quemeimportismo por parte de
autoridades que debieran dar ejemplo de virtud, pero que en lugar de ello, se confabulan con funcionarios de las
entidades reguladoras para presentar una universidad “ingobernable”, cuando
la supuesta ingobernabilidad fue superada por Tomás Sánchez, y existía la gran
posibilidad de revocar al Rectorado de Villacís-Reyes. ¿Quién puede ahora
confiar en el CES o en la CIFI cuando ya han traicionado a los primeros
interventores y a quienes cooperaban con ellos, y a cambio han permitido que el
Rectorado haga lo que le venga en gana?
Se requiere de una decisión política transparente, sincera,
férrea, que apunte al fortalecimiento institucional. Y no existen
justificaciones para SUSPENDER a la UNL, y de ser así, exigiremos la salida de todos los funcionarios del CES involucrados en
esta debacle institucional, sea por su falta de planificación, por sus
“excesos de confianza” o por sus omisiones.
Estudiantes del SNNA debieron acuidr a una Acción de Protección en el periodo del Interventor Medina |
La Intervención no debe ser un espacio de negociación y diálogo
con el corruptor, sino un mecanismo para acabar con la vulneración de derechos
dentro del alma máter. Si se va a hacer de la Intervención un simulacro, como
sucedió en la UG, es mejor que no se gaste un solo centavo en CIFI.
#SuspensiónPlaneadaUNL
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