sábado, 7 de enero de 2017

La solución a la peor crisis de la UNL requiere decisión política


La Política pública en materia de Educación Superior, de basarnos en la LOES, está muy centrada en gestar una educación de calidad, construir una autonomía responsable y evitar las vulneraciones a los derechos fundamentales de los estamentos universitarios.

Durante mucho tiempo en la UNL se ha vulnerado los derechos de estudiantes, docentes y servidores públicos en general. Desde hace mucho que la Autonomía ha sido la palabra mágica para permitir la impunidad ante una serie de vejámenes que permitieron que la educación decaiga, que la democracia sea una palabra vacía y que el discurso “rojo” se vuelva insostenible y hueco. Sí amigxs, el FIU tiene que hacer un “mea culpa” de su incapacidad total de autorregulación y desistir en sus apetitos. Hay que entender que sus facciones solamente discuten “quién a qué puesto va”, y a eso se remite su gestión. Una que otra individualidad suele salvar la vergüenza.

Pero si estas facciones FIU, de las cuales se desprende la “Nueva Universidad”, la organización del actual rectorado, son el problema, la política de INTERVENIR para fortalecer la INSTITUCIONALIDAD no es errada ni inconstitucional. El problema está, cuando los organismos vinculados al Fortalecimiento  no actúan adecuadamente, sus funcionarios tienen conflictos de intereses y los procedimientos que ejecutan, en lugar de proteger a los estamentos universitarios, benefician a quienes provocaron la intervención.

Eso pasó precisamente con la UNL, cuando se detuvieron los procesos acordados por la 1era CIFI, se cambió de interventores, se incorporó en la “Nueva CIFI” a gente sin requisitos y con evidentes conflictos de interés, se permitió el retorno de un rector que reboza en corrupción, que no reconoce la LOES, que entra en desacato una y mil veces, y que mantiene impagos a docentes y sin clases a estudiantes, o en su defecto,  genera la irregularidad en las clases y propicia la precarización laboral entre los trabajadores y docentes.

Ni la SENESCYT, ni el CES, ni la “Nueva CIFI” de Medina se las han jugado a favor de los derechos de las personas, en el caso de la UNL. Se ha causado la mayor crisis institucional de la Universidad con el cese de Tomás Sánchez, y ahora mismo no saben, NINGUNO de los organismos reguladores, cómo solucionar el problema del desacato y del continuo sabotaje del Rectorado para con la Educación Superior.

En este sentido, invitamos a visualizar una SOLUCIÓN, al nuevo representante de la CIFI – UNL (“ 2da Nueva CIFI”), ante la infructuosa y desastrosa gestión del Dr. Medina: que emita el CES un reglamento que, en caso de ausencia de OCAS, faculte a la CIFI para llamar a la conformación de un Cogobierno Interino conformado por los docentes más antiguos de las áreas, a fin de que se fiscalice y sancione a Villacís-Reyes, y se dé paso a los procesos necesarios de Fortalecimiento Institucional que hoy el Rectorado detiene impunemente.

No es posible que los organismos reguladores se detengan en tecnicismos ambiguos y que existan tantas trabas ante tan evidentes muestras de corrupción y quemeimportismo por parte de autoridades que debieran dar ejemplo de virtud, pero que en lugar de ello, se confabulan con funcionarios de las entidades reguladoras para presentar una universidad “ingobernable”, cuando la supuesta ingobernabilidad fue superada por Tomás Sánchez, y existía la gran posibilidad de revocar al Rectorado de Villacís-Reyes. ¿Quién puede ahora confiar en el CES o en la CIFI cuando ya han traicionado a los primeros interventores y a quienes cooperaban con ellos, y a cambio han permitido que el Rectorado haga lo que le venga en gana?

Se requiere de una decisión política transparente, sincera, férrea, que apunte al fortalecimiento institucional. Y no existen justificaciones para SUSPENDER a la UNL, y de ser así, exigiremos la salida de todos los funcionarios del CES involucrados en esta debacle institucional, sea por su falta de planificación, por sus “excesos de confianza” o por sus omisiones.

Estudiantes del SNNA debieron acuidr a una Acción de Protección en el periodo del Interventor Medina

La Intervención no debe ser un espacio de negociación y diálogo con el corruptor, sino un mecanismo para acabar con la vulneración de derechos dentro del alma máter. Si se va a hacer de la Intervención un simulacro, como sucedió en la UG, es mejor que no se gaste un solo centavo en CIFI.

#SuspensiónPlaneadaUNL

No hay comentarios:

Publicar un comentario